domingo, 21 de septiembre de 2014

No todo es lo que aparenta ser

Las Estudiantes de 5 año A del Instituto Santa Rosa Debora Martinez, Daniela Crepo y Bianca Chuc. Comparten con todos nosotros un hermoso cuento realista, dejando evidencia que pocas cosas son lo que parece.  


No todo es lo que aparenta ser

Benjamín y Matías son una pareja de homosexual, Benjamín tiene 30 años, es un prestigioso abogado y dueño de un buffet legal, el más importante de su zona, el cual heredo de su padre.
Benjamín aparenta ser una persona muy seguro de sí mismo, de carácter fuerte, con valores hedónicos; pensaba que vivir una vida placentera era bueno. Es por ello que vivía para sí mismo, pensaba que su idea era la única valida; mostraba un culto a la liberación personal, al relajamiento, al humor y la sinceridad; exprésate libremente era su lema; Más allá de esto Benjamín profesaba un culto al individualismo, bajo su idea de libertad se escondía una ideología de tipo liberal, pensaba que ganar dinero era lo único en la vida y que todo aquel que no lo pudiera hacer era por su propia incapacidad, sacando la cuestión del contexto en que se desarrolla cada persona.
Su pareja Matías, tiene la misma edad que Benjamín, es una persona insegura de carácter débil y dócil. Pero también era una ser esplendido, charlaba con todo el mundo, se preocupaba por los demás, muy respetuoso de las decisiones de los demás, pareciera que su condición de homosexual lo empujo a tener una mirada más profunda de la vida.
A Matías le gustaba charlar mucho y en esas charlas le decía a Benjamín: vos tenes que pensar dos veces antes de hablar, no te podes seguir manejando de esta manera, hay que cuidar el dinero que ganas, no podes estar todo el tiempo comprándote ropa y yendo a pasear por ahí, no ves que hay personas que ni siquiera tienen para comer.
Vos –Benjamín- tenes mucho para dar –le dice Matías- no debes dejarte llevar por lo que dice la TV. Las personas en tu trabajo o la gente que te rodea a diario, no debes dejarte llevar por esta sociedad consumista, egocentrista, discriminadora y violenta.
Como se puede notar Matías estaba desocupado y en esos largos tiempos libres se dedicaba a leer mucho, intentaba buscar –dice él- el verdadero ser; aquel que entienda las naturaleza de las acciones de las personas, su intencionalidad, los parámetros que usa para movilizarse en esta sociedad, ya que él entendía todo lo que nos rodea era artificial, o sea, construido por el hombre. Por ello decía si el hombre lo hizo de esta manera, lo puede cambiar y hacerlo más justo y solidario. Actualmente Matías estaba desempleado, hacia unos meses que dejo de trabajar en el bar, donde conoció a Benjamín hacía ya 5 años.
Matías no había tenido una vida fácil, sus padres cuando se enteraron de su elección sexual, lo habían echado de su casa. Hijo de una familia conservadora, que entendía el mundo desde su propia mirada y que no dejaba que nadie pensara diferente, se encargaron de pensar que su hijo estaba enfermo o confundido, más igual no aceptaron su condición: vos tenes que ser normal, igual que todos los demás decía su padre, que mal le hice al mundo para merecer este castigo, por qué me tenía que pasar esto a mí. Decía el padre de manera incesante.
Cansado de todo ello Matías se fue a vivir con Benjamín, que a diferencia de Matías su familia lo aceptaba. Matías después de dejar su empleo y dedicarse a la convivencia con Benjamín, haciendo tareas domésticas, él era consiente que Benjamín con lo que ganaba podría poner a alguien que hiciera las tareas de la casa. Benjamín le decía que a él lo quería tener como un rey que nada le faltaría, que no hacía falta que trabajara. Esto muchas veces llevaba a Matías a preguntarse si él no sería más un objeto de posesión de Benjamín o su verdadera pareja, ya que no le consultaba nada, le decía todo el tiempo que hacer, le ordenaba más que consultar. Por otro lado a Matías le disgustaba mucho como Benjamín se dirigía a la persona que limpiaba, le pedía por favor que sea más respetuoso y comprensivo, ya que si la sociedad no nos entiende a nosotros, somos nosotros mismos los que debemos entender a los demás.
Todas estas charlas enojaban mucho a Benjamín, por lo que terminaban muchas veces en grandes discusiones, con grandes actos de violencia por parte de Benjamín, más allá de esto Matías siempre pensaba que su pareja iba a cambiar e iba a entender que su actitud frente al mundo debe mejorar.
Pasaron los días y las cosas iban excelente, Benjamín se sentía muy cómodo con que Matías no trabajara y se dedicara a la casa, pero iba pasando el tiempo y a Matías le aburría y le parecía injusto el hecho de estar todos los días haciendo las tareas de la casa sin poder salir a trabajar o hacer alguna actividad fuera de la casa. Un día Benjamín llega a la casa y ve que Matías lo espera con la cena servida, como todos los días, en la cena, Matías saca el tema que lo tenía mal, le dijo que quería hacer algo más que ir al gimnasio juntos, que quería hacer algo por él y para ayudarlo a él en la casa aunque no hiciera falta, que le gustaría conocer gente nueva. Todo esto a Benjamín lo enfureció demasiado y le contesto con un rotundo no; el cual dejo a Matías sin palabras, es por ello que terminaron la cena en silencio.
A la mañana siguiente Matías vuelve a proponer algo que a Benjamín no le gusto pero acepto, el de ir al gimnasios separados, él le dejo en claro que no era por nada en especial, pero que necesitaba hacerlo, y repitió varias veces que lo único que quería y amaba era a él; que no podría haber otra persona en su vida, Benjamín se fue al trabajo sin decir nada.
Pasaban los días y Matías se sentía conforme con ir al gimnasio solo, lo contrario de Benjamín. Matías en el gimnasio había conocido a un hombre, con el cual hablaban en cada clase, se llamaba Juan, un hombre dos años más grande que él, era homosexual, casado hacia un año, amable contenedor y atento, era pediatra también.
En esas hermosas charlas –cuenta Matías- reflexionaban sobre como la sociedad se había vuelto una sociedad de masas, en donde el ser había perdido todo tipo de espontaneidad, creatividad y sentido de lo que significaba ser libre. Se reían juntos y en esas risas extrañaban no poder ver una sociedad menos violenta, discriminadora que contemple al ser en todo su totalidad, que lo respete y que por lo menos intente comprender y dejar vivir su vida sin la necesidad de burlarse del otro.
Esa misma noche cenando con Benjamín, Matías se levanta para buscar el pan en la cocina y suena su celular varias veces y Benjamín atiende, era un mensaje de Juan que decía – ¿queres que te pase a buscar mañana para ir a gym?, Esto enfureció a Benjamín quien se levanta de la mesa enojadísimo y lo va a buscar a Matías a la cocina, empieza a gritarle a insultarlo y acusarlo de serle infiel, entre tantas palabras le dijo que era un desagradecido que él le había dado techo, comida y cumplía todo sus caprichos. Le planteo que él trabajaba como burro para que le pagara de esa manera.
Matías no salía de su asombro porque no sabía que le había llegado un mensaje y no entendía la reacción que había tenido, solo alcanzo a balbucear ¿qué pasa? Y Benjamín le tiro el celular y le dijo eso pasa, se fija en el celular y ve que era un mensaje de Juan, entonces trato de explicar que solo era un compañero que estaba conociendo en el gimnasio y que había ofrecido a ir a buscarlo nada más.
Benjamín después de un momento le dijo que no quería que vaya más al gimnasio solo, que volvieran a ir juntos. Pasaron los días y la rutina volvió en la vida de Matías y benjamín desconfiaba cada día más, no había cosa que no lo conformara, si fuera por él no quería que mire a nadie. Pasaba el tiempo y Matías se da cuenta que Benjamín lo empezó a controlar cada día más de lo habitual, que estaba todo el día preguntando dónde está con quien esta y si agarraba el celular preguntaba con quien hablaba tanto o porque lo usaba directamente.
Matías le decía que no le gustaba su actitud de controlador que no era necesario que el solo lo quería a él, hablar de ese tema para Benjamín era enojarse y discutir y repetía indirectamente que él esta como esta gracias a él y que debería agradecerle y no pagarle así. Entonces llego un momento en el cual Matías solo obedecía lo que decía Benjamín, con el tiempo las discusiones se hicieron más grandes y sin causa alguna siempre terminaba en insultos y gritos.
Un viernes del mes de julio Benjamín llego del trabajo como cualquier día normal, esperaba ver a Matías en la cocina con la cena, pero se da cuenta que él no está en la casa, se pone muy nervioso y enojado, lo empieza a llamar al celular y se da cuenta que lo había dejado en la mesa, se desespera y se enoja más, no sabe qué hacer ni a donde ir a buscarlo. Fue entonces que se pone a pensar que no tiene lugar donde ir y que tarde o temprano iba a volver, se sentó a esperarlo.
Unas horas más tarde Matías vuelve y Benjamín sin preguntar el motivo de porque se había ido, mientras que Matías intentaba explicar que se había ido a encontrar con su hermana que no veía desde que se fue de la casa, sin dejar que Matías hable tranquilo Benjamín empieza a gritar como todas las discusiones anteriores, diciendo que no quería escuchar más su explicación.
Benjamín no podía controlarse; Matías lo agarra del brazo y en la entrada de la cocina le dice: que a él lo tenía que respetar por todo lo que él hacía por él. Sin   poder hablar Matías se da cuenta que son los mismos reproches de siempre; Pero esto no sería así; es en ese mismo momento cuando Benjamín sin mediar palabra termina dándole con una sartén en la cabeza. Matías pierde la conciencia.
Benjamín muy asustado y sorprendido por lo que había hecho no puede más que levantarlo y acostarlo en la cama. Benjamín le pone hielo, ve que tiene pulso y decide dejarlo en la cama. A la mañana siguiente Matías se levanta y se da cuenta del dolor de cabeza que tiene y el moretón en el brazo que le dejo, Pero lo que más le asombro fue la reacción de Benjamín, nunca se había esperado tal situación; y sin tener conciencia pleno de lo sucedido se pone a pensar cómo la relación entre ambos terminaron por matar a la persona moral, aquella que sin esperar nada daba todo, Fue ahí cuando Matías se preguntó ¿me seguirá comprendiendo como una persona? ¿Por qué se volvió tan intolerante? Fue ahí cuando Matías comprendió que Benjamín es parte de una sociedad que tiene a la violencia como medio para un fin, los objetivos se logran siendo violento con el otro.
Con lágrimas en los ojos Matías entiende que la persona solidaría había muerto y que el único objetivo de Benjamín era someterlo a sus deseos, no entendiendo que no era un objeto, sino que en realidad era una persona, un ser que quiere, siente, ama y lucha por el otro.
Dolorido Matías se levanta de la cama y se va al comedor; ve que Benjamín no se había ido a trabajar y que estaba durmiendo. Rápidamente pensó en irse pero no sabía cómo empezó a buscar su celular para llamar a Juan su único amigo o conocido que había tenido contacto después de Benjamín. Es ahí cuando lo llama y le pide que lo viniera a buscar en la puerta de su casa, le pidió que no hiciera preguntas que solo lo ayudara. Luego de cortar con Juan, Matías se pone a juntar la ropa que tenía, cuando se da cuenta que Benjamín se había despertado, él se acercó muy arrepentido por lo que había pasado, y le pide que solo lo escuche; que él no sabía lo que le estaba pasando que se volvió incapaz de tolerar a otro, que no podía sostener su identidad; por ello recurrió a la violencia.
Matías a todo esto trato de esconder el bolso con la ropa, sabía que si lo veía iba a volver a lastimarlo, Benjamín muy arrepentido le pide por favor que lo perdone que él lo amaba, que por eso hacia esas cosas para no perderlo. Y Matías le dijo que lo perdonaba, pues entendía que lo volviera a hacer; es por ello que no quería hablar más del tema, que debía irse a trabajar y que nada de lo que paso había pasado.
Benjamín le dijo que se iba a quedar con él para cuidarlo, le dijo que no era necesario, que no quería recordar lo que pasaba, que se fuera a trabajar. En un movimiento que hace Matías se le cae la ropa que tenía escondida y Benjamín se puso nervioso y empezó a hacerle preguntas como por qué tenía toda esa ropa hay, por qué tenía una valija. Es ahí cuando de manera rotunda le pregunta ¿estás pensando en irte? Sin mediar palabra Benjamín lo tiro contra la cama y empezó a pegarle nuevamente. Matías quedo recostado en la cama inmóvil sin poder reaccionar ni defenderse y Benjamín pegándole sin parar, cuando se da cuenta Benjamín de la locura que está haciendo, Matías estaba desmayado con la cara desfigurada, por los golpes recibidos.  Fue en ese mismo momento cuando Benjamín salió corriendo de la habitación, dejando rápidamente el departamento, sin saber o entender lo que había pasado
Benjamín desde ese día no volvió a saber si Matías estaba vivo o habría muerto, cayó en una profunda depresión, tomaba, fumaba, no iba a trabajar que no faltaba ni aunque estuviera enfermo y su vida volvió una completa miseria, un hombre de lujo, con un poder adquisitivo, termino solo, sin amigos, ni nadie que se preocupe por su rotundo cambio.                                 
 Fin.
Autoras: Chuc Bianca, Daniela Crepo, Debora Martinez.

martes, 16 de septiembre de 2014

El Drama de Mirían

Los estudiantes Jorge Muto; Alan Zaracho y Pablo Leguizamos del Instituto Santa Rosa escribieron un hermoso cuento realista, el cual refleja una problemática profunda dentro de nuestra sociedad. Prestos a cambiar algo,  nos expresan su sentir de manera profunda, reflexiva y comprometida, mostrando que la juventud también puede opinar de manera crítica nuestra realidad.

El Drama De Miriam

La familia Robles es una familia muy unida, que conviven día a día en la villa 31, luchando para salir adelante. La familia está compuesto por tres integrantes, Miriam una madre soltera y sus dos hijos que eran Alejandro un adolescente humilde igual que a su hermano Tomas.
La vida de los dos hermanos era muy distintas ya que Alejandro estaba metido en el mundo de las drogas y la delincuencia y su hermano Tomas era totalmente opuesta a la de él, era un adolescente muy inteligente ya que racionalizaba los hechos que le sucedían en la vida cotidiana y era un joven muy responsable, el luchaba para no caer en el mismo mundo que su hermano, además entendía que lo mejor que le podía pasar era  estudiar para conseguir un buen trabajo, conseguir una mujer, casarse y descansar.
Tomas a diferencia de Alejandro pensaba que esta sociedad consumista empujaba al hombre hacia una serie de acciones, las cuales buscaban asociar el bien con el placer; decía que esta sociedad se había vuelto flexible y llevaba a las personas a pensar más en el sexo, en la naturalización de las acciones y en realizarse como como persona, dejando de lado el aspecto social.
En sus locas ideas Tomas decía que el hombre está pasando por un proceso de personalización, lo que lo llevaba a darle mayor valor a la realización privada, teniendo como fin satisfacer necesidades, imponiéndose objetivos que tienen que ver con comprar y consumir cualquier tipos de sustancia, es así –dice Tomas- que el  hombre se va creyendo  libre. Obviamente esto a Alejandro le molestaba mucho, por lo que se burlaba continuamente de Tomas y le decía que él no comprendía nada.
Por otro lado, la vida de la madre de los adolescentes era muy dura; esto fue lo que genero su personalidad  y es que el contexto en el que vivía nunca le fue favorable. Cuenta la señora que trabajo desde muy pequeña, que nunca tuvo una obra social, que el sueldo que ganaba debía entregárselos a sus padres, que enfermarse era un lujo que no se podían dar. Actualmente   trabaja en un lugar de costura en negro y también recibe la asignación universal por hijo y gracias a sus ingresos podía cubrir sus necesidades básicas.
Cuenta la señora que antes ese lugar estaba poblado por personas que trabajaban en fábricas, que los chicos jugaban al futbol en cada esquina, que se reunía a tomar mates con sus vecinas y decía con lágrimas en los ojos que si a alguien le pasaba algo, un vecino seguro corría en su auxilio. Tomas que siempre buscaba entender las situaciones que su madre le contaba le decía: ¿sabes porque ocurría eso mamá?  Eso se daba porque el país tenía sus propias industrias, porque el estado intervenía en la economía y recaudaba para distribuir la riqueza que se producía. Obviamente la madre entendía poco de todo esto pero no dejaba de asombrase de las actitudes de Tomas.
La vida de Alejandro era muy distinta a la del resto,  su mundo era el de las drogas; comenzó a través de sus compañeros de escuela que también consumían. Alejandro la primera vez que acepto fue cuando a la salida de la escuela se juntó con sus amigos y uno de ellos le ofreció una dosis de paco, el acepto porque sabía que hay muchas personas que se drogaban, él quería parecerse a los demás, sentía que su vida junto a ellos tenía sentido. También solía decirle a Tomas: yo hago esto porque  así me olvido de los problemas, de que tan injusto es el mundo y por sobre todo se creía un ser inmortal, una persona a la que nunca nada le sucedería.  Además al volverse adicto comenzó a sentir placer al drogarse y decía que al hacerlo se sentía aceptado por su grupo.
El problema de adicción había metido a Alejandro en la delincuencia, el robaba a sus vecinos para poder comprar una dosis de paco y fumar con sus amigos, además este ámbito en el que se movía lo había hecho una persona totalmente violenta, el no dudaba en lastimar a quien sea con tal de conseguir dinero para drogarse, Alejandro entendía que la violencia era la única solución,  que mediante ella podía conseguir lo que quería, le ayudaba a concretar sus objetivos personales, desechando la idea de que el otro existía como persona.
Mientras todo esto sucedía Alejandro  decía: una persona de la villa nunca podría  salir adelante y conseguir lo que quisiera. Tomas su hermano sabía todo esto pero no decía nada a su madre por miedo a que Alejandro se enojara y se fuera de la casa y terminara peor. Más allá de esto hablaba con Alejandro y le preguntaba ¿Por qué haces esto ale? Sos una persona inteligente, divertida, carismática y solidaria ¿Por qué te dejas llevar por lo que te rodea? ¿Por qué no pensas dos veces lo que haces y reflexionas mejor las cosas? No te dejes llevar por lo que te dicen aquellas personas que dicen ser tus amigos.
Su madre no sabía nada del problema de su hijo y el poco tiempo libre que tenía sin trabajar, no preguntaba sobre la vida de sus hijos. Decía Tomas: parece que mamá esta enajenada por la situaciones, que perdió la noción del ser, que se entregó a una vida de resignación en donde lo único que espera es que trabajemos, nos casemos y esperemos tristemente el final de nuestras vidas.
Alejandro había invitado muchas veces a consumir a su hermano, pero Tomas nunca aceptaba porque él sabía que eso no era lo que quería y que arruinaría su vida, esto se lo decía todo el tiempo a su hermano le decía que lo que Alejandro hacia  estaba mal y que tenía que copiar su ejemplo. Pero Alejandro nunca lo escuchaba. Tomas era un adolescente inteligente porque sabía las diferencia las cosas que son correctas y las que no, el seguía su camino sin prestarle atención a sus compañeros de escuela ya que ellos también consumían drogas, introducidos en este ambiente por el contexto hostil de la villa.
El peor día de la familia fue un día que Alejandro llego drogado y muy alterado a su casa y fue en ese momento que su madre lo vio en ese estado y se dio cuenta que su hijo estaba en serios problemas con las drogas. La madre desesperada ante su hijo drogado no pudo contenerse y se largó a llorar. Miriam junto a su hijo Tomas decidieron tranquilizarlo y llevarlo a un hospital y ahí fue cuando se generó una fuerte discusión entre los hermanos, en un momento Alejandro en su estado de furia causado por el efecto de las drogas saca el arma que usaba para robar, al ver esto su madre asustada se lanza encima de él y trata de quitarle el arma. En el forcejeo se dispara un tiro que impacta en el pecho a Tomas, Alejandro al ver a su hermano desangrándose se escapa y va con sus amigos a contarle lo sucedido, mientras que su madre que tenía a su hijo Tomas en los brazos gritaba y pedía ayuda a sus vecinos.
Esa noche Tomas quedo internado en el hospital  muy grave, acompañado de su madre y algunos vecinos y amigos, mientras que Alejandro estaba con sus amigos cometiendo violentos robos, ya que además de robar golpeaba salvajemente a sus víctimas. Segado por el dolor de lastimas a tal vez la única persona que lo quiso ayudar, no encontró otra salida más que la de sumergirse más profundamente en las drogas, en el deseo de lastimar a otros como entiende él lo había lastimado la vida, pues se preguntaba de manera repetida ¿Por qué le sucede esto a él? Imposibilitado de encontrar respuestas busca saciar su dolor haciendo sufrir a alguien más. Y es que la vida le mostro su castado más oscuro, tenebroso y tortuoso.
Con el pasar de los días Alejandro, en un momento de lucidez y sin estar bajo los  efectos de las drogas escucha que su hermano está en una situación muy mala,  su situación había empeorado, así que decide ir al hospital a ver su hermano. Al llegar su madre Miriam se encontraba allí y Alejandro que esperaba una mala reacción de ella, lo abraza y le dice que pase a verlo. Alejandro entra a la sala donde se encontraba Tomas y se larga a llorar desconsoladamente,  el mundo que soñaba y el cual lo había atrapado era el que le mostraba otra realidad, aquellos valores que supuestamente eran positivos, no eran más que una simple mascara, un resplandecer que se acaba de manera inmediata y que reluce y hace evidente cuan intolerante e irracional puede llegar a ser el ser humano.
Aquellos discursos de Tomas en los que le decía que: cuando una más resigna su cuota de poder mayor soberano es;  cuando uno más se somete al sistema, este lo abraza y contiene con mayor fuerza limitando e imponiendo sobre él  un mayor ámbito de dominación, empujándolo a hacer cosas terribles.
Arrepentido no podía creer lo que había hecho y se dio cuenta de que el camino que estaba tomando no era el correcto. Fue en ese instante que Tomas abre lentamente los ojos, Alejandro sin poderlo creer lo abraza y llora con el pidiéndole perdón y que resista para salir de ese hospital, también le jura que enderezaría su vida, que no consumiría drogas nunca más y que jamás volvería a delinquir al terminar de decirle eso ambos comienzan a llorar y es en ese momento que Tomas entra en un paro y trágicamente muere.
La tristeza de esta familia era inmensa  y lo sucedido nunca lo iban a poder borrar de sus vidas, Alejandro totalmente deprimido por la muerte de su hermano decide entregarse a la policía asumiendo todos sus delitos y tratar de pagar así sus errores cometidos en el pasado.
Al pasar varios años de la condena finalmente Alejandro sale de la cárcel y lo único en lo que pensaba ahora era en poder tener una buena vida, luchado duro para salir adelante, peleando contra aquel  contexto hostil en el que se desarrollaba su vida y la de su madre en la Villa 31. Y no volver a caer en las drogas y en la delincuencia como se lo había prometido a su hermano.

Miriam y Alejandro  sin poder olvidar lo sucedido tratando de poder seguir adelante conviven día a día en la villa ayudando  de manera voluntaria en un centro de adictos a otros adolescentes a poder salir de las drogas y de ese mundo de delincuencia. Por ultimo Alejandro se siente muy bien al poder ayudar a otros jóvenes con problemas y pudo completar sus estudios, Miriam noto que la personalidad de Alejandro fue cambiando y poco a poco se fue pareciendo más a la personalidad de Tomas. Trágicamente tubo que morir Tomas para que Alejandro cambie su forma de vida.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Compréndeme

Las estudiantes Maiten Klaus, Florencia Mendoza, Solange Ibarra y Julieta Mansilla de 5 año A del colegio Santa Rosa   nos muestran sus dotes creativos, reflexivos y artísticos, dejándonos un hermoso cuento realista.  Pensar la sociología y luego plasmarla en una producción que comprende análisis, crítica, profundidad, ilusiones y desencuentros es un gusto que pocas veces nos podemos dar los docentes por ello no se pierdan de esta oportunidad y disfruten de la imaginación y el apasionamiento por el pensamiento crítico.


Compréndeme.


v
ivir en una gran ciudad como lo era la capital del país para muchos podía ser todo un sueño, los shoppings, las salas de cines, McDonald's y los paseos de compra, todo lo que una sociedad de consumo puede soñar. Mientras que  para otros esto era la mismísima pesadilla, el tráfico y las complicadas rutinas diarias de una ciudad que no descansaba.
Es tan abrumante esta sociedad, como individualista, egocéntrica y discriminadora; Buenos Aires todavía se cree superior al resto, su yo interior refleja el extender de una cultura que se siente por sobre el resto. Para cualquier ciudadano honesto, simple y humilde afrontar el día a día resultaba un completo desafío. Para un niño el despertarse temprano para asistir a la escuela, para un anciano levantarse un día más esperando no sentir los constantes dolores articulares, producto de sus largas jornadas de trabajo y para un adulto simplemente pensar que aquel día nada cambiaría, pues en su cotidianidad se va diluyendo una vida que nunca alcanza ser, pero que intentar estar.
Tener 27 años, cursar una carrera universitaria, y estar desempleado no era tarea sencilla para Gustavo, un joven alto, de tez clara y cabellos morenos. Su aspecto reflejaba todo lo que una sociedad festeja y de la cual se regocija de poseer.  Más allá de esto Gustavo era víctima  de esa sociedad que con indiferencia contempla las desgracia de quienes no pueden encontrar la brújula que los guíes hacia la búsqueda de su yo personal. Las cuentas a pagar se apilaban sobre el escritorio de aquel viejo apartamento que alquilaba en el centro de la ciudad autónoma de Buenos Aires, del cual pronto pretendían desalojarlo pues sus atrasos con la paga se habían convertido en grandes deudas, los servicios serían dados de baja en la próxima semana y nada podía hacer para evitarlo. Y sí Gustavo era víctima de un proceso político y social que se beneficiaba de la falta de trabajo.
Más allá de esto 1990 parecía ser un gran año para la mayoría de los jóvenes emprendedores que buscaban crecer laboralmente, sea cual sea su área de especialidad, las empresas multinacionales llegaban a nuestro país prometiendo progreso, estabilidad laboral, baja inflación, sueldos dignos, un paraíso que tenía más de ideal que de realista. Tales empresas tomaban a aquellos quienes se vieran repletos de energía y capaces de todo en un mundo laboral acotado,  cualidades que Gustavo cumplía a la perfección.
Aquella  mañana había salido de su rutina habitual, había apagado su  reloj despertador made in japan y amaneció unas cuantas horas más tarde de lo que acostumbraba, la luz del sol ingresaba por aquella ventana entreabierta anunciando que debía ponerse en marcha para arrancar aquel día. Una de sus manos refregó sus oscuros ojos y despeinó sus cabellos para proceder a levantarse mientras que en la cocina una cafetera -importada también- aguardaba por él junto a aquella pequeña nota escrita a mano y en lapicera negra con aquel breve mensaje: “Ten un buen día y no te desanimes amor. Quizás hoy vuelva a casa más tarde. Te amo.”
Una sonrisa se dibujó en sus labios, su único motivo para seguir adelante se encontraba allí, aquella simple nota escrita por la persona que amaba era suficiente para sentirse rejuvenecido y con el entusiasmo necesario para volver a salir a la calle en busca de un buen empleo. Su pareja era quien día a día le hacía sentir que no debía darse por vencido y a su vez se llenaba de culpa al saber que su pareja, tres años menor, estudiante de la universidad y con un trabajo mal pagado en un restaurante del centro era quien saldaba los gastos diarios de víveres en aquella casa.

El diario de aquel día se encontraba perfectamente doblado sobre la mesa de la cocina junto a unas galletitas de agua que acompañarían su taza de café, y llevando una a su boca abrió las páginas del diario para leer tan solo la sección de clasificados, marcando cada uno de los anuncios de empleo en los que encajara, llenando pronto aquella página de círculos y cruces pues se trataba de un muchacho con el perfil indicado: Una imagen limpia, un currículo brillante, graduado con las mejores calificaciones y con la experiencia requerida para cualquier empleo que lo requería, cada entrevista laboral era un éxito para él y a la semana su teléfono se llenaba de llamados anunciando que lo tomaban en el puesto, sin embargo era cuestión de meses para que lo despidieran sin motivos claros, pero él no necesitaba explicaciones falsas pues conocía a la perfección el motivante para expulsarlo: Su sexualidad.

El nombre de su pareja era Walter, un muchacho de 24 años, cuyos ojos y cabellos claros resultaban cautivantes para cualquiera, ambos llevaban años conviviendo juntos. Walter,  era el que mantenía el alquiler del apartamento que compartía con su pareja, como así también de los víveres y demás impuestos que ejercía en ellos como en toda la sociedad el Estado.
Su trabajo no era  estable, contratado por tres meses, sin cobertura social, ni pago de horas extras, su situación era como  la de miles de jóvenes que ante la falta de trabajo tenían que someterse a maltratos, abusos de autoridad, actos de discriminación y burlas varias.
Por todo esto no era el preferido por el chico pues tal y había expresado en la nota, aquel día al parecer el menor se demoraría en regresar a causa de las horas extras no pagas que realizaba para mantener la economía del hogar, pero a pesar de las controversias y disgustos hacia el empleo decidió aceptarlo por el bien propio; su trabajo era simplemente servir en las mesas de un bar, en el cual años anteriores se habían encontrado casualmente y por primera vez con la persona que ahora era su actual pareja y llevaban en convivencia unos tres largos años llenos de luchas y obstáculos; Gustavo era la luz inspiradora de Walter, quien lo hacía sentir completo, aquella persona que lo quería por lo que era internamente y no por lo que aparentaba; el nombre de aquella persona por la que él llevaba su vida adelante.

Restaba decir que su infancia no fue la mejor que pudo haber tenido, sus padres se reían de las condiciones sexuales de las demás personas; no toleraban el hecho de que alguien tuviera otros gustos; pensaban desde su propia perspectiva, entendían que su idea era la única valida, la homosexualidad era concebida como una enfermedad, una desviación de las condiciones naturales, para ellos como para muchos, la unión entre dos personas de un mismo sexo era algo que violaba el orden natural.   
Es por todo ello que no  aceptaban de las mejores maneras la idea de que a su hijo mayor le gustaran las personas de su mismo sexo, y al parecer dentro del ámbito escolar tampoco lo tomaban de una buena forma; sus compañeros solían molestarlo con frecuencia y los pocos amigos que anteriormente tenía se fueron alejando a medida que los días pasaron una vez su sexualidad se había revelado dentro de la institución como ser así también en el barrio en el cual habitaba. En aquel sitio los amigos que solía poseer lo excluían frecuentemente de los típicos juegos de niños de su edad, como en su abrumada adolescencia.

Walter comprendió con los años que la sociedad limitaba y conducía los gustos de las personas de una determinada manera, definiendo aquellos como buenos o malos, sin tener aquel consentimiento de querer entender y dar la posibilidad de expresarse a los demás individuos que podían ejercer diversas y diferentes aficiones.

A pesar de todas las imposiciones de la sociedad, ambos se mantenían en pie y sorteando todos aquellos obstáculos que se ponían en su camino, ocultándose cada vez que era necesario, fingiendo, buscando excusas y pidiendo favores a sus pocos amigos para ayudar a encubrir la relación que ambos mantenían llegando al punto de sentirse un par de fugitivos cuyo único crimen había sido haber encontrado en el otro un sentimiento más fuerte que una amistad, algo que superaba los límites y estereotipos impuestos por la sociedad, un refugio donde ambos podían encontrar la paz, un refugio al que llamaban amor, del más sincero y puro.
Sin embargo aquel refugio que ambos habían creado parecía desmoronarse de a poco, y es que no era sencillo para ninguno saber que eran perseguidos y humillados por la sociedad, apartados de cualquier posibilidad de crecimiento económico. Cada día Walter regresaba al hogar exhausto tras las horas laborales, mientras que Gustavo se sentía cada vez menos capaz de ayudar a su pareja pues ninguno había dejado de ser un hombre, con el orgullo de tal, la fuerza de tal y la dignidad de tal. Todos aquellos problemas hacían de su relación una que se perdía poco a poco.

Aquel no era más que otro día que parecía ser igual a todos, en los que Gustavo salía a la calle en busca de un nuevo empleo, regresando a casa con las manos vacías y sin esperanza, sin embargo la misma nunca acababa. Una mañana en la que la ciudad se mostraba como siempre, transitada y agitada, el moreno había decidido que debía encontrar un fin a sus problemas, siendo aquella determinación la que lo llevó a la oficina de una reconocida empresa de la ciudad, pidiendo reunirse con algún superior para presentar su currículo y allí mismo tener una entrevista de trabajo, sabía que solo así podía encontrar lo que buscaba.
La entrevista resultó de maravilla, el personal de la empresa había quedado encantado con su carisma y espíritu trabajador, sin embargo como acostumbraba, debió ocultar su sexualidad y no dar detalles de su vida privada, tan solo lo justo y necesario. Días más tarde había recibido el llamado telefónico de la empresa, anunciando que la semana entrante debía presentarse para comenzar a trabajar para ellos, lo habían contratado y la felicidad y alivio se podían ver en él con facilidad.
Los meses transcurrían a su tiempo, lentos pero veloces a su vez, la relación con su pareja se mantenía aún oculta, sin embargo su economía había progresado, el viejo departamento había quedado en el olvido y ambos se mudaron a uno más amplio y en mejores condiciones, las cuentas a pagar ya no eran un problema y Walter ya no debía realizar aquellas pesadas horas extra en el bar que trabajaba, la vida de ambos avanzaba nuevamente pues los pesos con los que cargaban habían desaparecido.
Dos años habían pasado ya de aquel drama que habían atravesado Gustavo y Walter, la crisis económica que habían vivido en el año mil novecientos novena los había llevado a una crisis de pareja como cualquier otra podía vivir, ambos eran seres humanos al fin y al cabo. Sin embargo aún existían algunas cuestiones que no avanzaban al ritmo que ellos lo hacían, como por ejemplo, la sociedad. Poco a poco el entorno de la oficina de Gustavo comenzaba a tornarse extraño, sus compañeros y allegados tomaron una actitud distante y frío con él sin motivos aparentes, cuando él ponía un pie en algún pasillo, las personas guardaban silencio y sus miradas se tornaban acusadoras. Los rumores se habían expandido llegando a oídos del jefe de la empresa, un empleado cercano a él decía haber visto a Gustavo caminar de la mano de otro hombre y ese comentario recorrió cada rincón de la empresa. La historia parecía repetirse para él, nuevamente era llamado a la oficina principal para anunciarle su despido.
La decepción, el mal humor y la impotencia ante aquel mundo en el que vivía provocó que sus gritos fueran oídos por cada uno de los integrantes de aquel edificio en el que trabajaba, retirándose de éste con aquella sensación de vacío en su interior, sin saber de qué modo comunicarle a su pareja, quien era lo único en su vida, que nuevamente todo había acabado.

Las semanas se habían tornado amargas para él, Walter cada día buscaba el modo de animarlo de las mejores maneras, sin embargo nada parecía funcionar. Una tarde como tantas en las que se encontraba viendo el televisor, el timbre de su casa sonó de forma insistente teniendo como única opción atender, al abrir la puerta una joven de cabellos cortos y camisa amplia se presentó ante él, mencionando que conocía su situación pues una amiga suya trabajaba con él en la empresa de la que había sido expulsado. La muchacha sin más le entregó un folleto junto a una dirección y número telefónico de un sitio donde podían ayudarlo con su problema, y sin decir más la joven dio media vuelta y se marchó.
Una mañana de aquel año en el que el país se encontraba en su mejor momento, las empresas nacionales se privatizaban, el peso valía igual que el dólar, el servicio militar se eliminaba por la muerte de un soldado –dicen- y los genocidas eran indultados por un gobierno peronista. En ese mismo momento  Gustavo se vio despierto aún con aquella carga que llevaba sobre el despido, notó el folleto sobre una de las mesas que se encontraba en los costados de su cama compartida por su pareja.
Sin más que esperar, tomando un ligero desayudo, había decidido acudir a aquella estructura reconocida por una determinada parte de la sociedad, al cual habían invitado amablemente días anteriores aquella chica de cabellos largos, cuando creía ya darse por vencido en el trabajo forzoso que implicaba la búsqueda de un empleo digno, el cual le permitiera seguir con su vida diaria y estudio.
Al cabo de unos largos minutos en el típico y todo deteriorado transporte público llegó hasta el gran edificio que se presentaba ante sus ojos; aquella no rondaba más de los veinte pisos y contaba con cientos de pequeñas ventanas en su longitud. Recuerda con gran asombro Gustavo que se ofrecían jubilaciones privadas y con mucho asombro se preguntó ¿Qué son las A.F.J.P.? ¿Cómo se jubilará la gente si el desempleo aumenta todo el tiempo? Más allá de esto noto que el color blanco reluciente resaltaba de los demás departamentos, algo opacos y oscuros a causa de los años que llevaban en la misma avenida.
Gustavo tenía una idea fija en su mente; tal vez las personas que trabajaban en el interior de aquel lugar comprenderían su situación y lo ayudarían a conseguir un empleo justo para alguien como él, pues algo que caracterizaba a este chico era su orgullo y la personalidad laboriosa que llevaba encima, la que –supongo- lo empujaba ha observar detenidamente las situaciones. Es por ello que pensaba profundamente antes de hablar, se preguntaba internamente antes de responder, parecía como si lo que lo rodeara serviría como motor de reflexión, evitando los exabruptos, los actos de intolerancia, los análisis reduccionistas y el descredito y olvido del otro.
Es debido a esto que poso su pie derecho y avanzó por el interior de las puertas de cristales, sintió como un aura positiva lo invadía de inmediato, tal vez estaba exagerando, pero en aquel lugar se sentía realmente a gusto, aún si su tiempo allí se reducía a unos pocos minutos, pensaba que no sería en vano su paso por ese lugar. Había algo que le decía que todo iba a salir bien, que estaría protegido, comprendido, escuchado y ayudado, todo aquello que la sociedad y su familia no habían hecho durante su corta pero pesada vida.
Fue atendido con la misma generosidad y amabilidad que había creído e inmediatamente luego de contarles la resumida historia de sus problemas fue dirigido unos pisos arriba hasta una de las oficinas del director del lugar.
En su llegada, había observado cada detalle de los pasillos del piso, alfombras color ocre y unos preciosos cuadros que decoraban el lugar como si de la entrada a un palacio se tratara. Al golpear la puerta que contaba en un pequeño cartel la leyenda de “Director de la asociación, J. M. López.” Y escuchar en una gruesa voz su permiso, ingresó a la sala, la cual contaba con un fino escritorio de roble, que pudo admirar. Una vez sus pies se habían adelantado y su cuerpo se había reposado en uno de los cómodos sillones frente a la persona con la que había ido a hablar.
El señor comenzó la conversación, explicando acerca de aquella asociación que se basaba en defender los derechos de las personas “LGBT” como se hacía llamar aquella comunidad integrada por individuos con gustos diferentes a lo impuesto por la sociedad. Si bien Gustavo no esperaba aquella introducción al tema, escuchó atentamente cada palabra que de la voz ajena se escuchaba.
López continuó su conversación dejando entre tanto hablar al recién llegado, entusiasmándolo y aconsejándolo sobre lugares en los que podía acudir para conseguir un trabajo estable y bien pagado, sin embargo, la idea de su tema de conversación dio un giro notable, cuando comenzaron a hablar sobre una próxima marcha para defender sus derechos, aquella que se iba a dar en unos cuantos meses después.
El menor de ambos agradeció el apoyo, como así también la invitación a la manifestación, y sin esperar más se retiró de la habitación junto con montones de papeles de oficinas, y locales de trabajo ofrecidos por el Director de aquella comunidad.

Unos cuartos de hora fueron necesarios para que sus pasos se encontraran en el bar que trabajaba su pareja, orgulloso de su labor esperaba encontrarlo para contarle entre el tiempo libre que le otorgaban al más chico de ambos las noticias sobre las posibilidades de las que habían hablado con el director de aquella nueva organización de la cual sin duda alguna formarían parte ambos.
Acompañados de un café se encontraban en una apartada mesa de aquel bar, disfrutando de ese poco tiempo que tenían juntos aquel día.
Emocionado más de la cuenta Gustavo anunció a su pareja las noticias buenas que traía del edificio al que horas anteriores había acudido, la respuesta del menor de ambos no fue más que pura sorpresa y alivio; ya no tendrían que preocuparse más de la cuenta por el alquiler de la casa, de los impuestos y todo lo que aquejaba sus vidas.
Los meses pasaron y se encontraban en noviembre de mil novecientos noventa y dos, en el día de la tan esperada marcha había llegado, con sus nuevos empleos, con una vida mejor, ambos se dirigían tomados fuertemente de sus manos hacia la calle principal de aquella gran ciudad para encontrarse con la multitud de personas, sin  duda alguna no se imaginaban que tanta gente iba a acudir al lugar.

Sus manos desocupadas se dirigieron en ambos casos hasta sus rostros, tomando aquellas máscaras que cubrirían su piel, y junto con pancartas, banderas que simbolizaban la unión entre personas del mismo sexo y algunos detalles más, comenzaron a caminar entre los individuos, sabían que una simple marcha no haría la diferencia, pero tenían muy presente que desde aquel momento sus vidas darían un  vuelco total y comenzarían a vivirla como siempre habían pensado e imaginado “juntos”.

Autoras: Mansilla Julieta; Solange Ibarra; Florencia Mendoza; Maiten Klaus.
Correcciones: Prof. Mereles Gabriel.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Las Estudiantes de la Escuela Secundaria N° 2 Magali Giménez y Camila Vilchez reflexionan sobre el surgimiento del Estado-Nacional

El Estado-Nacional surge de la modernidad y del desarrollo de la racionalidad occidental; es el impulso del sistema capitalista el que determino nuevas exigencias, las cuales fueron saciadas mediante la construcción de los Estados Nacionales. Este sistema organizativo permitió que los menos gobernaran a los más; el objetivo es mantener un orden social, en donde los medios de producción puedan ser aprovechados al máximo.
Para que todo este sistema tenga fuerza se crearon leyes (constituciones), mediante estas se le impusieron al resto de la sociedad una serie de normas, costumbres y valores, las que encontraron su mejor funcionamiento mediante la construcción de instituciones. A través de ellas se determinaron funciones al resto de la sociedad. Es que la educación se encarga de construir un sentir patriótico y nacionalista, dándole fuerza al sentir nacional. Por otro lado, la policía protege el orden interno del Estado, siendo los militares los encargados de resguardarnos de cualquier invasión externa. Todas estas instituciones se encargan de construir y consolidar un sistema cultural, el cual le es beneficioso al sistema impuesto.
Es por tal desarrollo que las personas  delegan su cuota de poder, ya que tienen miedo de morir o perder su propiedad privada. Tal  temor surge porque  la sociedad nunca está en estado de quietud, se  desestabiliza constantemente, dado que la sociedad vive en una continúa situación de lucha o conflicto, pues los actores sociales pelean dentro de un campo social por ganar derechos.
Frente a esta situación muchas veces el Estado tiende a castigar las manifestaciones sociales. Esto lo puede hacer porque cuenta con el monopolio de la violencia, es esta herramienta la que permite contener, limitar, controlar y castigar a los diferentes sectores sociales. Y es que la diferencia social tanto económica como racial es algo de lo cual el sistema gubernativo saca provecho.
Para que todo este sistema funcione y se reproduzca además, debe restringir ciertos tipos de saberes, la población debe tener acceso a determinados conocimientos, sistemas educativos, beneficios económicos, etc. De esta forma el sistema logra imponerse y sostenerse en el tiempo, pues el Estado actúa como órgano independiente, por ello es laico y domina las relaciones comerciales.
En síntesis el Estado surge como la satisfacción de una nueva necesidad, la de determinar y consolidar la expansión del sistema capitalista hacia todo el mundo.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Violencia de Género


El Género Violento.
Los Estudiantes del Tercer año "C" del Colegio Victoria, realizaron una investigación, la cual busca reflexionar sobre la Violencia de Género. A partir de la problemática planteada por el docente en la materia Construcción Ciudadana, formularon un exhaustivo análisis, para tratar de entender más profundamente dicha problemática.


La Violencia de Género
Nosotros pensamos y definimos  a la violencia de género como  una acción llevada adelante por una persona, la cual hace abuso de poder con respecto a otra. Entendemos que  tal situación   ocurre porque las personas –violentas- tienen pocas herramientas y actitudes a la hora de resolver una situación, por lo que al no poder comprender que existen otras forma de resolver los problemas acuden a lo primero que tienen y esto es el uso de la violencia. De esta forma el hecho violente surge producto de una necesidad: resolver un problema, teniendo como medio la utilización de la fuerza, pues el agresor se ve en la necesidad de someter a la víctima. Y es que su objetivo es resolver un problema, lo que sucede es que al tener pocas herramientas de pensamiento y discernimiento, hace resaltar su arma más potente: la violencia. 
De esta manera el victimario usa  la violencia, porque es   la única herramienta válida que tiene a mano para resolver cualquier tipo de problema. También hay que tener en cuenta que dicha manera de actuar puede surgir porque  desde chico se vio influenciado por tal manera de actuar; es decir, el hombre violento no se convierte de la nada, por el contrario es producto de un sistema social o contexto social. Las personas construyen imaginarios sociales, los cuales empujan a las personas a actuar de determinada manera, reduciendo u ampliando su capacidad comprensiva u herramientas resolutivas. Una persona que fue criada en un ambiente adverso, con personas violentas, que resolvían todo tipo de problema de manera violenta, tendrá más posibilidades de actuar de forma violenta, dado que naturaliza esas maneras de actuar y dirigirse al otro, reproduciéndolas.
Es por ello que  todos los problemas sociales tienden a  resolverse mediante el uso de la violencia. Así tanto las personas, como la sociedad e inclusive  las familias transmiten dichos valores, los que son  incorporados, para ser utilizados en la vida diaria. Más allá de esto debemos comprender que la violencia de género no es producto solamente de la falta de recursos económicos, pues hay también detrás de todo este problema una cuestión cultural, la que se manifiesta en nuestra vida cotidiana.
Es todo este proceso el que nos lleva a actuar de determinada manera, ya que son acciones que nos implantan y nosotros las incorporamos y naturalizamos, permitiéndonos actuar en nuestra vida y reproducir voluntaria e involuntariamente, consiente o inconscientemente las acciones violentas. Por ello entendemos que para comprender la violencia de género debemos entender que vivimos en una sociedad que tiene como raíz inicial y base legitimadora a la violencia.
¿Cómo se comprende esto? La sociedad esta conformada por diferentes personas, cada una de ella porta una ideología, la cual le permite andar por todos lados; esta ideología conforma ideas sobre cuestiones relevantes, pero también modos de resolver cuestiones de la vida diaria. Esto implica que incorporo saberes que me permiten entender al otro y ese comprender nos lleva a estereotipar, identificar y categorizar al otro, atribuyéndole conductas, costumbres e ideologías. Es esta conformación la que lleva a los sujetos a partir el mundo en dos, los buenos y los malos, los pobres y los ricos, los fuertes y los débiles, por lo que siempre habría un ser que se postula como superador, corregidor o dominador de situaciones, justificando este proceso la dominación, el castigo y la coerción del otro, dado que si la estructura social es violenta y de sometimiento el violento –de manera instintivo- encuentra sustento para realizar su acción. En definitiva el violento entiende que está ayudando al otro, no que lo está sometiendo y castigando.
La sociedad en la que vivimos se apoya en el uso de la violencia, por lo tanto nuestro grupo de amigos, familias, compañeros de trabajo, los medios de comunicación, etc. Viven y se desarrollan mediante acciones violentas. Esto le da forma a lo que podríamos definir como machismo, el mismo debe ser entendido como una forma de pensar, un ideario que sustenta al imaginario social, del cual se desprende que hay seres superior, personas capaces de rehabilitar al otro, encauzarlo, sacarlo de su propia incapacidad, permitiendo esto legitimar  el abuso de poder. Más allá de esto no hay que pensar al machismo como una estructura propia del hombre, dicho ideario no registra género, edades, culturas, etnias ni razas. Y es que como todo ideario se posa en las personas y las empuja a actuar de manera determinada.
En la actualidad nos encontramos con que hay muchas mujeres que son golpeadas por hombres, pero de manera irónica la mujer muchas veces utiliza al machismo también, ya que hay casos de hombres golpeados. Por ellos planteamos que el machismo es una forma de expresión que tiene una ideología, la cual sirve tanto a hombres como mujeres, pues este mecanismo construye sistema doble de personas y no registra sexos, es totalizador y se sustenta en el uso de la violencia tanto física, como psicológica. Por lo que hay tanto machismo en el hombre como en la mujer, encontrando su sustento y campo de acción en el resto de la sociedad. El problema no es el hombre o la mujer, el problema es el no entendimiento de esta concepción identitaria. Pues, el hombre violento no comprende que es violento, así también la persona víctima de la violencia muchas veces no se siente víctima

La Violencia Psicológica y sus Formas
Una de las formas de violencia es la psicológica, esta se define como la acción por la cual una persona perturba la mente de otra y afecta sus emociones, sometiéndola a constantes estados de desequilibrios mentales. Esto hace perder la autoestima del que es sometido, pues lo que se está limitando es su estado psicológico y mental. Por lo tanto dicha persona pierde la valoración como persona. Ese sujeto va siendo debilitado mentalmente, no pudiendo tener confianza en sí mismo, creyendo que no es capaz de hacer nada por sus propios medios. Es por ello que decimos que la tolerancia de la violencia surge producto de un no entendimiento de su situación.
La violencia psicológica perturba la mente de la persona que es sometida. Esto se produce mediante el uso de la palabra, la intimidación, manipulación, amenaza, acoso, chantaje y celos entre otras cosas. Todas estas acciones surgen porque la persona violenta es una persona insegura, lo que lo lleva a controlar y vigilar constantemente a su pareja, cayendo en el acoso, el hostigamiento, etc. Además, por lo general no le deja tener o reunirse con amigos/as, pues piensa que siempre alguien le puede robar lo que él cree le pertenece.
Por otro lado, la violencia psicológica aparece de manera sutil y es difícil de percibir, porque no se hace evidente  y la víctima no entiende que está sufriendo violencia psicológica. Además la persona violenta no capta que lo que está ejerciendo es una violencia psicológica. Es por todo esto que la violencia psicológica es la más difícil de tratar, reconocer y superarse.
En conclusión para nosotros este tipo de violencia es muy grave, porque afecta la integridad mental de la persona que sufre dicho tipo de violencia, sometiendo a la víctima de manera profunda y constante, ya que ambos, víctima y victimario no se dan cuenta de lo que está sucediendo.


La Violencia Física y el Impacto de lo Emocional
La violencia también puede ser física, al contrario de la violencia psicológica este tipo de violencia se hace evidente y visible, siendo fácil de detectar y comprobar. Y es que el golpe y el uso de la fuerza física le dan sustento a este tipo de violencia. Este tipo de violencia busca hacer evidente que hay uno que domina, que es la autoridad dentro de la relación.
La victima acepta esta relación porque tiene baja su autoestima. Además, hay que entender que se mezcla lo emocional y pasional, las mujeres y hombres que son víctima de la violencia sienten un profundo estado de dependencia hacía la otra persona, comprende que no puede vivir sin su presencia y tienen la esperanza de que va a cambiar, por ello dentro de su engaño personal no se permite dejar a esta persona.
Pero no hay que dejar de pensar que lo emocional también está determinado por el imaginario social; este nos empuja a construir situaciones ideales, de las cuales no nos podemos separar, la sociedad Argentina, considera totalmente valido casarse, vivir en pareja y por sobre todo que alguien guíe y organice dicha relación, aunque esto implique someterse a un estado de violencia continua, pues el vivir en pareja es una construcción cultural que se muestra como válida y positiva para toda la sociedad, motivo por el cual las personas no gustan de  mostrarse separada o sin familia, dado que esta condición es sinónimo de pereza, apatía, falta de proyección a futuro, etc. Así las personas que sufren la violencia muchas veces no quieren relegar su condición de casada, pues el entorno social en donde se desarrolla, lo discriminara o mirara con malos ojos. Comprender que las personas golpeadas no siguen con una relación porque desean ser golpeadas, no denuncian a su agresor porque solamente tienen miedo, sino que muchas veces las personas golpeadas no cuentan con una estructura familiar que la ayude a salir de tal situación. Por lo que la persona golpeada se siente sola y sin apoyo ni contención. Además esta la cuestión legal, muchas veces las leyes no protegen a las víctimas, o las leyes que están no terminan de contemplar las dificultades que se suceden dentro de una relación de violencia. También hay que marcar que el Estado no se presenta y actúa con el fin de prevenir tal acción, espera que suceda, no va en busca de un proyecto que busque reflexionar sobre las problemáticas causadas por el uso de la violencia. En definitiva debe tolerar el hecho de que la violencia se suceda y una vez sucedido puede ir a denunciar a su agresor.  

Otro aspecto a tener en cuenta para pensar la violencia de género y comprender por qué una persona decide someterse a dicha relación es la falta de recursos económicos, en muchos casos las personas golpeadas no cuentan con recursos económicos para irse de ese lugar y formar una nueva familias o independizarse y dejar de someterse a los maltratos.
En conclusión la violencia física es tan grave como la violencia psicológica y provoca grandes trastornos, pero sobre todo somete de manera muy violenta a la víctima, tanto es así que muchas veces puede terminar con la vida de la persona golpeada.

Los Sentimientos y la Violencia de Género
Los sentimientos  afianzan ciertos tipos de relaciones y esto algunas veces puede ser un problema, dado que son  cuestiones que no pueden ser comprendidas por el psicoanálisis o el pensamiento racional, ya que toca aspectos emocionales y pasionales del hombre, no permitiendo adquirir una explicación racional. Es por ello que se dice que los sentimientos le hacen  perder la conciencia, tanto a la persona violenta, como a la persona violentada. Por lo cual no pueden controlar sus emociones, impulsos y acciones. En definitiva los sentimientos no permiten comprender los hechos o la realidad, lo que hace que la otra persona aproveche esta situación y ejerza una dominación sobre el otro.
La pasión y su uso limita el uso de la razón, dado que el hombre sometido muestran cambios de actitudes de manera constante, adoptando diferentes posturas, las cuales en muchos casos acercan al sometido hacia su sometedor y por otros momentos se manifieste en contra de tal situación, pero en definitiva no termina de concretar la separación y elige –en muchos casos- seguir con la relación, pues piensa que en algún momento el sometedor va a cambiar su posición.
Por otro lado los sentimientos generan un supuesto estado de felicidad, el cual busca resaltar aquellos breves momentos en que la persona golpeadora se vuelve solidaría, comprensiva, tolerante y cariñosa. La persona sometida no entiende que eso es un simple estado que responde a un momento determinado y que no se extenderá en el tiempo, sino que rápidamente se terminará y la persona inmediatamente volverá a ser violenta.
Esto sucede porque la persona golpeada cree que el otro es especial (único y perfecto) bueno y comprensivo y que su acción se funda bajo la necesidad de ayudar o guiar a la víctima. Así la persona golpeada no capta la profundidad de lo que sucede y prefiere seguir sometiéndose a dicha situación. Además, entiende que el otro le da sentido a su vida, comprende que el otro le brinda totalidad a su ser personal, se siente completo junto al otro.
En conclusión la persona emocionalmente frágil y fuertemente guiada por sus sentimientos, son sujetos que no comprenden los hechos, los entienden como naturales e inclusive beneficiosos para su desarrollo personal, esto se debe a que lo sentimental es una acción no racionalizada, pensada y reflexionada, pues el hombre y la mujer está sometida a sus pasiones más ocultas y profundas.

La Violencia de Género y la Modernidad
Hay que entender que la violencia de género es una construcción de la sociedad moderna y sobre todo occidental; el cual puede ser entendido porque se da en un tiempo y espacio determinado. Es decir, hablamos de violencia de género porque nuestra cultura ofrece una mirada que tiende a construir marcos teóricos y explicativos, los cuales establecen que cuando una persona golpea o somete psicológicamente a otra es considerada un acto de violencia, en la cual hay indefinidamente una víctima, pero esto es una construcción muy contemporánea, surge a partir del establecimientos de una serie postulados que son muy recientes y actuales y se corresponden con nuestra mirada occidentalizada.
Por otro lado esa sociedad moderna y occidental determina que el hombre y la mujer deben vivir una vida de producción y consumo, por ello mejor si se vive de a dos, ya que esto permite la reproducción del sistema. Y es que la sociedad representa el deseo de trabajar, casarse, comprar, descansar, aguardando pasivamente la muerte. Además, la sociedad moderna es una sociedad de masas, la cual hizo desaparecer  la individualidad del hombre, haciendo que pierda toda acción creativa, solidaria y comprensiva, imponiendo un imaginario social que se sostiene mediante el uso de la violencia.
La sociedad moderna posee ciertas características que afecta al hombre, por lo cual este se transforma en un ser violento y por esto construye un mecanismo violento, esto sucede porque la sociedad no permite otro tipo de manifestaciones que no sean violentos. De esta forma el uso de la violencia se vuelve una herramienta válida, cotidiana y estructurante de las acciones cotidianas. La pregunta sería ¿La gente no se da cuenta que toda la sociedad es violenta? Desde nuestra mirada podemos decir que no. Pero además se le agrega otro problema y es que la acción negativo e hiriente no es observada y contemplada por quien la realiza. Es decir, el hecho de hacerle mal a otra persona no resulta ser una acción traumatizante para quien lo hace, por lo que no comprende el mal que está haciendo cuando le pega a otra persona.
A este proceso se lo denomina banalización del mal, es no darle la importancia necesaria a la acción violenta, pues es esta la que maltrata y atenta contra la dignidad del otro, pero al ser algo cotidiano se pierde de vista lo profundo y doloroso que puede ser para una persona ser víctima de la violencia. Esto también sucede porque se pierde en sentido del ser como cosa importante en el mundo, el otro no es importante, no lo considero en toda su humanidad, solamente responde a una necesidad: la de hacerme ver dentro de la sociedad como incorporado. Así la persona con la que uno esta resulta ser más un producto que una persona.
Por otro lado y para finalizar la sociedad moderna, hace sentir al hombre preso, débil y sin libertad, esto empuja a la persona a acumular una angustia interna, la que contiene y reprime. De este modo cuando esa persona que esta presa de la sociedad sostiene esta situación en algún momento busca descargarse, teniendo que encontrar a alguien más débil o en desig8ualdad de posición para descargar toda su  intolerancia. Sería como liberar a la bestia que todos llevamos adentro.
En síntesis y para concluir, pensamos que la violencia de género es productos de muchos factores, algunos analizados en este escrito, lo que implica que todavía hay que seguir reflexionando sobre el tema, como lo hicimos nosotros, pero no queremos dejar de dar algunas breves ideas para poder por lo menos disminuir la acción violenta. Primeramente resaltamos que toda persona que va a hacer una denuncia porque sufrió violencia de género debe ser asistida inmediatamente por un psicólogo, la policía tendría que dar un informe a un juez y este debería obligar a la policía a  no dejar que esa persona se hacer que a la víctima. Luego la persona violenta tendría que ser obligada a ir a un psicólogo para pensar su situación.

Por otro lado todas las instituciones educativas deberían tratar el tema de la violencia con más continuidad, charlas con los estudiantes, preguntarles cómo ven tal situación y cómo podríamos ofrecer alguna respuesta. 


Correcciones: Prof. Mereles Gabriel.