lunes, 6 de abril de 2015

El ser un problema social.

Los estudiantes del tercer año del Instituto Nazareth analizan al hombre. Dentro de la materia Problemática Social Contemporánea.

Nuestro análisis se centra en el entendimiento del hombre, comprendido este no desde la cuestión genérica, sino desde su sentido más mentado o profundo. Es por ello que definimos al hombre como un ser compuesto por una esencia interna y abstracta que se unifica con una sustancia  corpórea, denominado vulgarmente cuerpo. Así caemos en la idea que el hombre es una composición dual, la cual se junta e interactúa con otros hombres o personas.

Al principio de nuestro análisis  creíamos que ese hombre es feliz siendo ignorante; pensábamos que ignorando los problemas del mundo, sociales y de otras personas no tendríamos que compadecernos, ni sentir lastima, tristeza o inclusive preocuparnos por otras personas. Entender la vida desde esta perspectiva implica desapegarnos de nuestro yo interior. Es por ello que nos dimos cuenta de que estábamos equivocados; pero esa equivocación lejos de estar dentro nuestro solamente es un error, la sociedad moderna se compone y alimenta justamente de esta idea; y es que el conocimiento, junto a la experiencia y sabiduría y más que nada con lo que sentimos nos damos cuenta de que podemos estar mejor no solamente social, económica y corporalmente, sino también internamente.

Es por ello que comenzamos este recorrido, el cual delimita que una de las problemáticas sociales actuales es el comportamiento del hombre; entendiendo que el mismo tiene un yo interno y externo que se pone objetivos, los cuales quiere cumplir; la realización de las metas que nos satisfacen y nos traen sensaciones de felicidad son las que determinan la unidad de nuestros dos yo (el interno y el externo) es ahí cuando nos volvemos uno, no solamente con nosotros, sino también con el otro.

Cuando no tenemos objetivos es cuando nos damos cuenta que falta la felicidad. Y es que por esencia y por naturaleza el hombre busca la felicidad, quiere descubrir la verdad. Pero muchas veces es el predominio de nuestra parte emocional y exterior la que limita y restringe la llegada a un plano de felicidad plena. El hombre actual se preocupa más por su parte exterior, dejando de lado su otro yo: el interior, aquel que muchas veces lo impulsa a hacer cosos que no desea, genera enojos que angustian, duelen y desequilibran a las personas, desviándose de su naturaleza: la búsqueda de la felicidad.

Para descubrir nuestro yo interno y generar un plano de unidad nuestro yo interior debe buscar y movilizar a la parte exterior; esto se logra investigando, indagando sobre las cuestiones de la vida, de las cosas mínimas pero esenciales para nuestro desarrollo personal. Ese conocimiento solamente se logra si dudamos de lo que sabemos, pensamos y conocemos, es la inquietud interna la que nos permite entender desde el adentro hacia el afuera, porque es nuestro yo interno el que duda. Tener fe y creer en el conocimiento es abrirnos a descubrir nuestra propia felicidad. Pero muchas veces ese saber y entender puede angustiar, ya que lo que encontramos puede demostrarnos que estábamos equivocados y es que el saber nos enfrenta con nosotros mismo, con nuestras creencias, valoraciones, normas y entenderes. Es por todo ello que pensamos que el hombre en la actualidad forma parte de una problemática social., ya que se niega a encontrarse consigo mismo y abrirse a un mundo de felicidad externa e interna.