domingo, 7 de septiembre de 2014

Violencia de Género


El Género Violento.
Los Estudiantes del Tercer año "C" del Colegio Victoria, realizaron una investigación, la cual busca reflexionar sobre la Violencia de Género. A partir de la problemática planteada por el docente en la materia Construcción Ciudadana, formularon un exhaustivo análisis, para tratar de entender más profundamente dicha problemática.


La Violencia de Género
Nosotros pensamos y definimos  a la violencia de género como  una acción llevada adelante por una persona, la cual hace abuso de poder con respecto a otra. Entendemos que  tal situación   ocurre porque las personas –violentas- tienen pocas herramientas y actitudes a la hora de resolver una situación, por lo que al no poder comprender que existen otras forma de resolver los problemas acuden a lo primero que tienen y esto es el uso de la violencia. De esta forma el hecho violente surge producto de una necesidad: resolver un problema, teniendo como medio la utilización de la fuerza, pues el agresor se ve en la necesidad de someter a la víctima. Y es que su objetivo es resolver un problema, lo que sucede es que al tener pocas herramientas de pensamiento y discernimiento, hace resaltar su arma más potente: la violencia. 
De esta manera el victimario usa  la violencia, porque es   la única herramienta válida que tiene a mano para resolver cualquier tipo de problema. También hay que tener en cuenta que dicha manera de actuar puede surgir porque  desde chico se vio influenciado por tal manera de actuar; es decir, el hombre violento no se convierte de la nada, por el contrario es producto de un sistema social o contexto social. Las personas construyen imaginarios sociales, los cuales empujan a las personas a actuar de determinada manera, reduciendo u ampliando su capacidad comprensiva u herramientas resolutivas. Una persona que fue criada en un ambiente adverso, con personas violentas, que resolvían todo tipo de problema de manera violenta, tendrá más posibilidades de actuar de forma violenta, dado que naturaliza esas maneras de actuar y dirigirse al otro, reproduciéndolas.
Es por ello que  todos los problemas sociales tienden a  resolverse mediante el uso de la violencia. Así tanto las personas, como la sociedad e inclusive  las familias transmiten dichos valores, los que son  incorporados, para ser utilizados en la vida diaria. Más allá de esto debemos comprender que la violencia de género no es producto solamente de la falta de recursos económicos, pues hay también detrás de todo este problema una cuestión cultural, la que se manifiesta en nuestra vida cotidiana.
Es todo este proceso el que nos lleva a actuar de determinada manera, ya que son acciones que nos implantan y nosotros las incorporamos y naturalizamos, permitiéndonos actuar en nuestra vida y reproducir voluntaria e involuntariamente, consiente o inconscientemente las acciones violentas. Por ello entendemos que para comprender la violencia de género debemos entender que vivimos en una sociedad que tiene como raíz inicial y base legitimadora a la violencia.
¿Cómo se comprende esto? La sociedad esta conformada por diferentes personas, cada una de ella porta una ideología, la cual le permite andar por todos lados; esta ideología conforma ideas sobre cuestiones relevantes, pero también modos de resolver cuestiones de la vida diaria. Esto implica que incorporo saberes que me permiten entender al otro y ese comprender nos lleva a estereotipar, identificar y categorizar al otro, atribuyéndole conductas, costumbres e ideologías. Es esta conformación la que lleva a los sujetos a partir el mundo en dos, los buenos y los malos, los pobres y los ricos, los fuertes y los débiles, por lo que siempre habría un ser que se postula como superador, corregidor o dominador de situaciones, justificando este proceso la dominación, el castigo y la coerción del otro, dado que si la estructura social es violenta y de sometimiento el violento –de manera instintivo- encuentra sustento para realizar su acción. En definitiva el violento entiende que está ayudando al otro, no que lo está sometiendo y castigando.
La sociedad en la que vivimos se apoya en el uso de la violencia, por lo tanto nuestro grupo de amigos, familias, compañeros de trabajo, los medios de comunicación, etc. Viven y se desarrollan mediante acciones violentas. Esto le da forma a lo que podríamos definir como machismo, el mismo debe ser entendido como una forma de pensar, un ideario que sustenta al imaginario social, del cual se desprende que hay seres superior, personas capaces de rehabilitar al otro, encauzarlo, sacarlo de su propia incapacidad, permitiendo esto legitimar  el abuso de poder. Más allá de esto no hay que pensar al machismo como una estructura propia del hombre, dicho ideario no registra género, edades, culturas, etnias ni razas. Y es que como todo ideario se posa en las personas y las empuja a actuar de manera determinada.
En la actualidad nos encontramos con que hay muchas mujeres que son golpeadas por hombres, pero de manera irónica la mujer muchas veces utiliza al machismo también, ya que hay casos de hombres golpeados. Por ellos planteamos que el machismo es una forma de expresión que tiene una ideología, la cual sirve tanto a hombres como mujeres, pues este mecanismo construye sistema doble de personas y no registra sexos, es totalizador y se sustenta en el uso de la violencia tanto física, como psicológica. Por lo que hay tanto machismo en el hombre como en la mujer, encontrando su sustento y campo de acción en el resto de la sociedad. El problema no es el hombre o la mujer, el problema es el no entendimiento de esta concepción identitaria. Pues, el hombre violento no comprende que es violento, así también la persona víctima de la violencia muchas veces no se siente víctima

La Violencia Psicológica y sus Formas
Una de las formas de violencia es la psicológica, esta se define como la acción por la cual una persona perturba la mente de otra y afecta sus emociones, sometiéndola a constantes estados de desequilibrios mentales. Esto hace perder la autoestima del que es sometido, pues lo que se está limitando es su estado psicológico y mental. Por lo tanto dicha persona pierde la valoración como persona. Ese sujeto va siendo debilitado mentalmente, no pudiendo tener confianza en sí mismo, creyendo que no es capaz de hacer nada por sus propios medios. Es por ello que decimos que la tolerancia de la violencia surge producto de un no entendimiento de su situación.
La violencia psicológica perturba la mente de la persona que es sometida. Esto se produce mediante el uso de la palabra, la intimidación, manipulación, amenaza, acoso, chantaje y celos entre otras cosas. Todas estas acciones surgen porque la persona violenta es una persona insegura, lo que lo lleva a controlar y vigilar constantemente a su pareja, cayendo en el acoso, el hostigamiento, etc. Además, por lo general no le deja tener o reunirse con amigos/as, pues piensa que siempre alguien le puede robar lo que él cree le pertenece.
Por otro lado, la violencia psicológica aparece de manera sutil y es difícil de percibir, porque no se hace evidente  y la víctima no entiende que está sufriendo violencia psicológica. Además la persona violenta no capta que lo que está ejerciendo es una violencia psicológica. Es por todo esto que la violencia psicológica es la más difícil de tratar, reconocer y superarse.
En conclusión para nosotros este tipo de violencia es muy grave, porque afecta la integridad mental de la persona que sufre dicho tipo de violencia, sometiendo a la víctima de manera profunda y constante, ya que ambos, víctima y victimario no se dan cuenta de lo que está sucediendo.


La Violencia Física y el Impacto de lo Emocional
La violencia también puede ser física, al contrario de la violencia psicológica este tipo de violencia se hace evidente y visible, siendo fácil de detectar y comprobar. Y es que el golpe y el uso de la fuerza física le dan sustento a este tipo de violencia. Este tipo de violencia busca hacer evidente que hay uno que domina, que es la autoridad dentro de la relación.
La victima acepta esta relación porque tiene baja su autoestima. Además, hay que entender que se mezcla lo emocional y pasional, las mujeres y hombres que son víctima de la violencia sienten un profundo estado de dependencia hacía la otra persona, comprende que no puede vivir sin su presencia y tienen la esperanza de que va a cambiar, por ello dentro de su engaño personal no se permite dejar a esta persona.
Pero no hay que dejar de pensar que lo emocional también está determinado por el imaginario social; este nos empuja a construir situaciones ideales, de las cuales no nos podemos separar, la sociedad Argentina, considera totalmente valido casarse, vivir en pareja y por sobre todo que alguien guíe y organice dicha relación, aunque esto implique someterse a un estado de violencia continua, pues el vivir en pareja es una construcción cultural que se muestra como válida y positiva para toda la sociedad, motivo por el cual las personas no gustan de  mostrarse separada o sin familia, dado que esta condición es sinónimo de pereza, apatía, falta de proyección a futuro, etc. Así las personas que sufren la violencia muchas veces no quieren relegar su condición de casada, pues el entorno social en donde se desarrolla, lo discriminara o mirara con malos ojos. Comprender que las personas golpeadas no siguen con una relación porque desean ser golpeadas, no denuncian a su agresor porque solamente tienen miedo, sino que muchas veces las personas golpeadas no cuentan con una estructura familiar que la ayude a salir de tal situación. Por lo que la persona golpeada se siente sola y sin apoyo ni contención. Además esta la cuestión legal, muchas veces las leyes no protegen a las víctimas, o las leyes que están no terminan de contemplar las dificultades que se suceden dentro de una relación de violencia. También hay que marcar que el Estado no se presenta y actúa con el fin de prevenir tal acción, espera que suceda, no va en busca de un proyecto que busque reflexionar sobre las problemáticas causadas por el uso de la violencia. En definitiva debe tolerar el hecho de que la violencia se suceda y una vez sucedido puede ir a denunciar a su agresor.  

Otro aspecto a tener en cuenta para pensar la violencia de género y comprender por qué una persona decide someterse a dicha relación es la falta de recursos económicos, en muchos casos las personas golpeadas no cuentan con recursos económicos para irse de ese lugar y formar una nueva familias o independizarse y dejar de someterse a los maltratos.
En conclusión la violencia física es tan grave como la violencia psicológica y provoca grandes trastornos, pero sobre todo somete de manera muy violenta a la víctima, tanto es así que muchas veces puede terminar con la vida de la persona golpeada.

Los Sentimientos y la Violencia de Género
Los sentimientos  afianzan ciertos tipos de relaciones y esto algunas veces puede ser un problema, dado que son  cuestiones que no pueden ser comprendidas por el psicoanálisis o el pensamiento racional, ya que toca aspectos emocionales y pasionales del hombre, no permitiendo adquirir una explicación racional. Es por ello que se dice que los sentimientos le hacen  perder la conciencia, tanto a la persona violenta, como a la persona violentada. Por lo cual no pueden controlar sus emociones, impulsos y acciones. En definitiva los sentimientos no permiten comprender los hechos o la realidad, lo que hace que la otra persona aproveche esta situación y ejerza una dominación sobre el otro.
La pasión y su uso limita el uso de la razón, dado que el hombre sometido muestran cambios de actitudes de manera constante, adoptando diferentes posturas, las cuales en muchos casos acercan al sometido hacia su sometedor y por otros momentos se manifieste en contra de tal situación, pero en definitiva no termina de concretar la separación y elige –en muchos casos- seguir con la relación, pues piensa que en algún momento el sometedor va a cambiar su posición.
Por otro lado los sentimientos generan un supuesto estado de felicidad, el cual busca resaltar aquellos breves momentos en que la persona golpeadora se vuelve solidaría, comprensiva, tolerante y cariñosa. La persona sometida no entiende que eso es un simple estado que responde a un momento determinado y que no se extenderá en el tiempo, sino que rápidamente se terminará y la persona inmediatamente volverá a ser violenta.
Esto sucede porque la persona golpeada cree que el otro es especial (único y perfecto) bueno y comprensivo y que su acción se funda bajo la necesidad de ayudar o guiar a la víctima. Así la persona golpeada no capta la profundidad de lo que sucede y prefiere seguir sometiéndose a dicha situación. Además, entiende que el otro le da sentido a su vida, comprende que el otro le brinda totalidad a su ser personal, se siente completo junto al otro.
En conclusión la persona emocionalmente frágil y fuertemente guiada por sus sentimientos, son sujetos que no comprenden los hechos, los entienden como naturales e inclusive beneficiosos para su desarrollo personal, esto se debe a que lo sentimental es una acción no racionalizada, pensada y reflexionada, pues el hombre y la mujer está sometida a sus pasiones más ocultas y profundas.

La Violencia de Género y la Modernidad
Hay que entender que la violencia de género es una construcción de la sociedad moderna y sobre todo occidental; el cual puede ser entendido porque se da en un tiempo y espacio determinado. Es decir, hablamos de violencia de género porque nuestra cultura ofrece una mirada que tiende a construir marcos teóricos y explicativos, los cuales establecen que cuando una persona golpea o somete psicológicamente a otra es considerada un acto de violencia, en la cual hay indefinidamente una víctima, pero esto es una construcción muy contemporánea, surge a partir del establecimientos de una serie postulados que son muy recientes y actuales y se corresponden con nuestra mirada occidentalizada.
Por otro lado esa sociedad moderna y occidental determina que el hombre y la mujer deben vivir una vida de producción y consumo, por ello mejor si se vive de a dos, ya que esto permite la reproducción del sistema. Y es que la sociedad representa el deseo de trabajar, casarse, comprar, descansar, aguardando pasivamente la muerte. Además, la sociedad moderna es una sociedad de masas, la cual hizo desaparecer  la individualidad del hombre, haciendo que pierda toda acción creativa, solidaria y comprensiva, imponiendo un imaginario social que se sostiene mediante el uso de la violencia.
La sociedad moderna posee ciertas características que afecta al hombre, por lo cual este se transforma en un ser violento y por esto construye un mecanismo violento, esto sucede porque la sociedad no permite otro tipo de manifestaciones que no sean violentos. De esta forma el uso de la violencia se vuelve una herramienta válida, cotidiana y estructurante de las acciones cotidianas. La pregunta sería ¿La gente no se da cuenta que toda la sociedad es violenta? Desde nuestra mirada podemos decir que no. Pero además se le agrega otro problema y es que la acción negativo e hiriente no es observada y contemplada por quien la realiza. Es decir, el hecho de hacerle mal a otra persona no resulta ser una acción traumatizante para quien lo hace, por lo que no comprende el mal que está haciendo cuando le pega a otra persona.
A este proceso se lo denomina banalización del mal, es no darle la importancia necesaria a la acción violenta, pues es esta la que maltrata y atenta contra la dignidad del otro, pero al ser algo cotidiano se pierde de vista lo profundo y doloroso que puede ser para una persona ser víctima de la violencia. Esto también sucede porque se pierde en sentido del ser como cosa importante en el mundo, el otro no es importante, no lo considero en toda su humanidad, solamente responde a una necesidad: la de hacerme ver dentro de la sociedad como incorporado. Así la persona con la que uno esta resulta ser más un producto que una persona.
Por otro lado y para finalizar la sociedad moderna, hace sentir al hombre preso, débil y sin libertad, esto empuja a la persona a acumular una angustia interna, la que contiene y reprime. De este modo cuando esa persona que esta presa de la sociedad sostiene esta situación en algún momento busca descargarse, teniendo que encontrar a alguien más débil o en desig8ualdad de posición para descargar toda su  intolerancia. Sería como liberar a la bestia que todos llevamos adentro.
En síntesis y para concluir, pensamos que la violencia de género es productos de muchos factores, algunos analizados en este escrito, lo que implica que todavía hay que seguir reflexionando sobre el tema, como lo hicimos nosotros, pero no queremos dejar de dar algunas breves ideas para poder por lo menos disminuir la acción violenta. Primeramente resaltamos que toda persona que va a hacer una denuncia porque sufrió violencia de género debe ser asistida inmediatamente por un psicólogo, la policía tendría que dar un informe a un juez y este debería obligar a la policía a  no dejar que esa persona se hacer que a la víctima. Luego la persona violenta tendría que ser obligada a ir a un psicólogo para pensar su situación.

Por otro lado todas las instituciones educativas deberían tratar el tema de la violencia con más continuidad, charlas con los estudiantes, preguntarles cómo ven tal situación y cómo podríamos ofrecer alguna respuesta. 


Correcciones: Prof. Mereles Gabriel.